…..La fragilidad del hombre es temible
adieu
vuélvete una estrella cósmica
algún día todos seremos uno
y llegaremos al mismo lugar
La vida es una camino sin sentido y sin rumbo, es una travesía que
todos tenemos que recorrer y que nos llevara al mismo final…la muerte. A
veces pienso que estar en este ruedo es muy parecido a los juegos de
azar, en cualquier momento podría ser tú final, pierdes o ganas, da
igual porque siempre llega. Creo que lo más chistoso de esto no es tanto
saber lo que ya está escrito, sino observar, sentir y vivir lo que pasa
en ese trayecto.
Eso me lleva a un sueño que me invadió algún día antes de llegar a la
universidad, sintiendo dentro de ese transcurso del camino, una
sensación que no me había pasado jamás era como si me despegara de mi
mismo, tanto como si mi alma se desprendiera de mí y me situara a
recorrer un camino, un pequeño camino que no llegaba a descifrar.
Mi alma aterrizo en la universidad en un pasillo alejado de todos,
era una atmosfera terriblemente sórdida y fría, como si se representara
en ese momento el principio de todo lo que soy y el final de todo lo que
vería, mostrándose a lo largo del camino una puerta que de alguna u
otra forma me intrigaba demasiado y aunque no sabía que pasaría, tenía
que llegar hasta ahí y entrar. Mientras tanto sentía un objeto en mi
mano izquierda y no entendía que era, ese frio que me invadió por la
situación no me dejó reconocer que en mi mano había un huevo, y por
alguna extraña me motivaba a jugar con él.
Caminaba justamente con la intriga de saber que pasaba y un bulto
lleno de basura me llamó la atención; dentro de el había un objeto que
se movía y parecía que esperaba mi llegada para gritarme algunas cosas a
las que no podía reaccionar, así que solamente me quedaba esperar y
escuchar. Mientras más me acercaba el bulto parecía un mendigo que tenía
mi figura pero estaba rodeado de basura y mostrando en la parte
superior de donde estaba recargado un poster de una pintura de Dalí.
Cuando llegué justamente a lado de él,me gritó estas palabras al oído.
( ……. Diálogo improvisado)
Me sorprendí mucho de lo que dijo el mendigo, sentí que me invadió el
horror de saber que todo era verdad pero al mismo tiempo una sensación
de reflexión ya que a pesar de todo era muy cierto lo que él me decía.
Siguiendo mi trayecto hasta esa puerta sentía que no sería la última
sorpresa que me encontraría antes de llegar a mi destino. Caminando me
encontré con una puerta semi-abierta y era muy parecida a la que tenía
que llegar.
Justamente cuando llegué a ella me intrigo tanto que decidí detenerme
y entrar para ver que había adentro. Era yo mismo nuevamente, pero
ahora era otra faceta en la que observaba la debilidad del ser humano
ante los vicios mundanos. Alcohol, Sexo y drogas abundaban en esa
habitación.
Cuando pude entender lo que pasaba una sensación de excitación que no
quería sentir rodeaba mi cuerpo al grado que se reflejaba en mis
pantalones. El observar a mi otro yo que platicaba con una mujer
mientras la acariciaba y comentaban sobre esos placeres mundanos, me
dieron la sensación de que tenía que quedarme y escuchar lo que más
pudiera.
( ……. Diálogo improvisado)
De pronto mi cerebro entró en razón y comprendió que debía seguir mi
camino, fue como si me hubiera entrado una flecha en la cabeza y hubiera
desconectado esa conexión que había entre la situación y yo.
Salí de la habitación y seguí mi camino, tenía la sensación que todo
lo que había observado era el claro reflejo de la gran porquería que
rodeaba mi mundo, ese mundo compartido con mis semejantes y que
lamentablemente algunos podríamos encajonarnos en quedarnos en alguna de
esas situaciones, pero al final, todos llegaríamos a cumplir un destino
que es inminente.
Siguiendo mi trayecto me invadió la sensación del final, fue extraño
saber que algo inminente y seguro iba a pasar, que me sería imposible
alejarme de esa situación, entendí que solamente tenía que dejarme
llevar por lo que sucediera.
Llegué al final, esa puerta era algo que no podía entender. Fue un
momento de tranquilidad y paz el que sentía en ese momento que no podía
dejar de acercarme más y más a ella. La sensación del momento me hizo
abrir la puerta final sin miedo, reflejando un sentimiento de
tranquilidad muy fuerte que por alguna extraña razón sabía que se
aproximaba…. el momento de dejar todo ese camino atrás había llegado.
Al momento que la puerta se abrió observé un cuarto obscuro con
muchas velas prendidas, lo que me hacía entender que era el momento
justo de volverme una más de ellas y estar ahí por toda la eternidad, el
huevo por fin cayó de mis manos y se rompió, siendo el reflejo de que
era el momento de trascender y pasar a otro plano al que me
transformaría.
Suena fuerte la maldita bocina que anuncia la llegada a las
estaciones del metro, cada vez que la oigo odio el momento de tener que
despertar y bajar para caminar sin sentido. En fin, solamente creo que
vale la pena lo que puede pasar en esos trayectos donde uno puede
quedarse dormido y entender entre sueños la fragilidad del ser humano.